La extinción de las abejas
El tiametoxan es un insecticida sistémico, que actúa por contacto e ingestión, de amplio espectro y con un gran efecto residual, que afecta al sistema nervioso central de los insectos, aves y vertebrados. Se ha demostrado que el insecticida mata directamente a las abejas o, en dosis muy bajas, mueren como consecuencia de la desorientación que les causa (problema del colapso de las colonias). Actualmente el tiametoxan está incluido
Legislación europea sobre el uso de insecticidas
El tiametoxan, junto a otros 2 insecticidas neonicotinoides (la clotianidina y el imidacloprid) está sujeto a restricciones de uso en la UE desde el año 2013, después de que la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) los relacionara con la alta mortalidad de las abejas. Inicialmente su uso fue prohibido para determinados cultivos, pero posteriormente se amplió el veto a cualquier cultivo en espacios al aire libre.
A pesar de la prohibición de la legislación europea de su uso al aire libre, en el año 2014 el Ministerio de Agricultura español autorizó el uso del tiametoxam. La causa de la autorización es que ese mismo año se detectó en España la presencia de la psila africana, insecto del Orden hemiptera que transmite la bacteria Candidatus liberibacter, la cual provoca la enfermedad del Dragón amarillo (HLB), la enfermedad más devastadora de los cítricos, que causa deformaciones en los brotes, coloraciones en los frutos, reduce la producción y en casos avanzados puede llegar a matar a los árboles. La enfermedad no tiene cura. Precisamente el tiametoxam es un pesticida utilizado para combatir el vector de la enfermedad. Y España es el sexto productor mundial de cítricos en fresco y el primero en su exportación.
¿Se es más importante el futuro de la agricultura, que necesita la actividad polinizadora de las abejas, o el riesgo que pueden asumir los productores de cítricos españoles y la capacidad del ministerio de agricultura español de contener la enfermedad?
La realidad de la legislación europea
La legislación europea tiene fama de ser muy restrictiva en lo referente al uso de insecticidas químicos. Ciertamente, en la Unión Europea el número de pesticidas autorizados ha disminuido desde los 1.000 que se empleaban hace 25 años hasta unos 500 que están autorizados en la actualidad. Pero la realidad de la utilización de los insecticidas en Europa puede ser otra, pues cada país define sus intereses, el nivel de riesgo para la salud humana y el nivel del daño al medioambiente. Cada país a partir de autorizaciones especiales al uso de pesticidas que pueden estar prohibidos en la Unión Europea. Las restricciones europeas no necesariamente significan prohibición de uso. De hecho las excepciones a la prohibición general de utilizar determinadas sustancias activas han pasado de ser 59 en 2007 a más de 400. Además, muchas de estas autorizaciones excepcionales no requieren justificación.

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Vínculos relacionados
Reglamento de Ejecución (UE) n ° 485/2013 de la Comisión, de 24 de mayo de 2013